Cada año aumenta el porcentaje de jóvenes que desean vivir de forma independiente (un 82%) y cada año aumenta el número de los que no pueden hacerlo y de los que lo hacen cada vez más tarde, según publica ABC.

De ese escaso porcentaje que supone el que sólo uno de cada diez jóvenes reciban ayudas públicas para adquirir una casa, menos de la mitad (un 40,3%) ha tenido acceso a una vivienda de protección oficial.

Con esos datos se desprende que de los 11 millones de españoles con edades entre los 18 y los 34 años, apenas medio millón ha contado con ayuda estatal a través de vivienda protegida.

Tampoco hay ayudas para el alquiler

El alquiler todavía resulta más inasequible, a tenor de los datos. Mientras una vivienda en propiedad supone de media un pago mensual de 460 euros, el alquiler se situa en 425. Una diferencia mínima que se invierte en el tramo de edad de entre 20 y 24 años, en el que el alquiler cuesta 451 euros mensuales, un crédito hipotecario cuesta 435 euros.

Si a lo anterior le añadimos que en el caso del alquiler, la vivienda no queda en propiedad, no es de extrañar que el 90% de los jóvenes no emancipados, prefieran la vivienda en propiedad.

El 64% necesitarán ayuda familiar para emanciparse

El Instituto de la Juventud (Injuve), señala que el dinero que se podría destinar mensualmente para comprar o alquilar un piso sería de unos 400 euros al mes.

Por este y los otros motivos anteriormente señalados, a los que además se añaden las precarias condiciones laborales, el 64% de los jovenes que desean emanciparse está convencido de que necesitarán de la ayuda familiar para afrontar el pago de la hipoteca o alquiler.